Un fracaso comercial: la historia del Dassault Mercure

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A finales de la década de 1960, el fabricante de aviones francés Dassault Aviation hizo una gran apuesta. La compañía diseñó su primer avión comercial, el Mercure 100, para hacer una cosa fantásticamente bien; Vuela rutas cortas de manera más eficiente que cualquier otro avión. Con la ambición de enfrentarse a gigantes rivales como Boeing y Douglas, Dassault invirtió grandes sumas en el desarrollo de un avión con un rendimiento sin precedentes de corto alcance. Anticipando la demanda de cientos de aviones, la compañía incluso construyó varias fábricas en toda Francia.


La compañía, apoyada por el gobierno francés, se propuso crear un competidor con un tamaño algo mayor para el estadounidense Boeing 737, pero con una estética similar,con la intención de hacerse un hueco en el segmento que ese avión ocupaba, pero con algo más de capacidad 140 asientos, frente a los 100 asientos del Boeing 737-100 y los 115 del 737-200, variantes en aquel entonces en producción, y además siendo más veloz.

En junio de 1969 una maqueta a tamaño real del Mercure, entonces denominado Mercure 100, fue presentada durante el Exhibición aérea de París en el aeropuerto de Le Bourget. El 4 de abril de 1971, el primer prototipo fue presentado en la planta que la compañía tenía en Merignac, cerca de Burdeos. Días después, el 28 de mayo, realizó su primer vuelo.

La compañía Dassault Aviation tenía la esperanza de recibir 300 pedidos del Mercure, que serían entregados hasta finales de 1979, teniendo un punto muerto situado entre las 125 y 150 unidades, a partir del cual empezarían a obtener beneficios.



Pero el nuevo avión de Dassault se convertiría en uno de los peores fracasos comerciales en la historia de la aviación, ya que prácticamente ninguna aerolínea terminó queriéndolo. A pesar de la agresiva comercialización, el avión se negó a vender. Entre otros factores, simplemente no tenía suficiente alcance en comparación con sus rivales, el Boeing 737 y el Douglas DC-9. Si bien el Mercure era altamente eficiente, las aerolíneas querían un avión que también tuviera la versatilidad de volar rutas de corto y mediano alcance.

La compañía Dassault trató de atraer a las principales compañías aéreas y algunas regionales con su producto, aunque pocas mostraron algo de interés inicialmente, siendo la francesa Air Inter la que realizó el primer pedido el 30 de enero de 1972 -y que acabaría siendo el único-. Esta falta de interés se debe a varios factores, entre los que destaca la devaluación del Dólar estadounidense y la crisis del petróleo de los años 1970, pero principalmente se debió a la escasa autonomía del Mercure, que fue diseñado para realizar rutas nacionales europeas, pero no era capaz de volar más allá, ya que con la carga máxima, su autonomía se limitaba a 1.700 km.


Tras el fracaso comercial del Mercure, la compañía comenzó a desarrollar una nueva versión, que recibió la denominación Mercure 200, con la colaboración de Air France. Con este nuevo modelo se pretendía transportar a 140 pasajeros a una distancia de 2.200 km. Este desarrollo atrajo el interés inicial de varias compañías estadounidenses, pero sin embargo, debido a que los costes del proyecto fueron muy elevados, acabó cancelándose sin haberse construido ninguna unidad.

El avión había sido tan cuidadosamente optimizado para rutas de corta distancia, que su fuselaje no podía adaptarse fácilmente a una variante de mayor alcance. Desarrollar una versión de mayor alcance del Mercure hubiera sido demasiado caro como para ser rentable para la empresa. Dassault se había diseñado básicamente en una esquina. Solo 10 aviones de producción fueron vendidos a una sola aerolínea francesa (Air Inter), a instancias del gobierno francés.


El 30 de enero de 1972, Air Inter realizó un pedido de 10 unidades, que fueron entregadas entre el 30 de octubre de 1973y el 13 de diciembre de 1975. Debido a la ausencia de más pedidos, la línea de producción del avión se cerró el 15 de diciembre de 1975, con un total de 2 prototipos y 10 aviones producidos.

El 29 de abril de 1995 los dos últimos Mercure en servicio realizaron su último vuelo comercial, teniendo en su haber el modelo 360.000 horas de vuelo, habiendo transportado a 44 millones de pasajeros en 440.000 vuelos, todos ellos sin accidentes, y con un 98% de fiabilidad en su servicio.


Por Fernando Hernández para Aviación Comercial en Costa Rica