El transbordador espacial soviético. La historia del Buran

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El 15 de noviembre de 1988, el mundo supo que la Unión Soviética también tenía su propio transbordador espacial. Se había estado desarrollando en secreto durante más de una década y le había costado a los soviéticos miles de millones.

Buran fue un programa espacial soviético iniciado en 1974 para la construcción de vehículos de lanzamiento reutilizables.


El vuelo no tripulado se produjo en modo automático utilizando la computadora y los softwares de a bordo para la navegación. Durante el viaje, que duró cerca de 205 minutos, la nave dio dos vueltas alrededor de la Tierra y luego aterrizó en el mismo cosmódromo de Baikonur.

El programa Buran fue desarrollado en el marco de la carrera espacial entre EEUU y la URSS, en paralelo y como respuesta al programa de transbordador espacial estadounidense.
Varias de estas naves espaciales estaban en diversas etapas de construcción. Pero el transbordador soviético, llamado Buran, solo se lanzaría una vez. Su desarrollo se debió principalmente a la necesidad de responder al potencial militar que podía tener el transbordador espacial de la NASA.

Cuando se lanzó por primera vez el Buran, se especulaba en su uso para construir estaciones espaciales soviéticas o incluso para ensamblar naves espaciales para una misión tripulada de Marte. Pero cuando la Unión Soviética comenzó a derrumbarse, los fondos para el programa Buran fueron limitados y eventualmente eliminados. No se puede negar que el Buran se parece mucho al transbordador espacial.

Pero en muchos sentidos, el Buran era bastante diferente del transbordador espacial de la NASA. El Buran no tenía motores principales integrados. Casi la totalidad de su fuerza de elevación provenía de un cohete super potente separado llamado Energía, con una etapa central y 4 propulsores de combustible líquido. 

A diferencia del transbordador espacial, que era un único sistema, el Buran y sus cohetes de elevación eran en realidad dos sistemas separados. Si bien el Transbordador, con sus motores integrados, era reutilizable, en la práctica, requería de un mantenimiento intensivo entre lanzamientos, lo que mermaba esta ventaja. Pero una vez en el espacio, los motores integrados del transbordador espacial ya no cumplían ningún propósito. 

Entonces, durante la mayor parte de la misión del transbordador, estaba forzado a transportar miles de libras de peso muerto. Sin motores integrados, el Buran podría transportar un poco más de carga que el Transbordador norteamericano. 

Pero el cohete Energía podía lanzarse por sí mismo, sin el Buran adjunto. Eso significaba que era capaz transportar cargas externas al espacio y podía elevar unas asombrosas 100 toneladas. Desde el principio, el Buran también fue capaz de volar completamente automatizado, lo que significaba que podría ser lanzado, puesto en órbita y regresar a la Tierra sin tripulación a bordo. En los últimos días de la Unión Soviética, cuando estaba ya claro que el transbordador estadounidense no tenía un potencial militar significativo, el ejército soviético se despreocupó el Buran. La comunidad espacial soviética se quedó con una nave espacial que era costosa, compleja y en gran medida sin un propósito real.

Durante sus más de 18 años de existencia, más de un millón de personas trabajaron en el programa Buran. El coste total de la iniciativa superó los 16.000 millones de rublos —más de 10.000 millones de dólares, considerando la tasa de cambio de principios de la década de 1980—. En 1993, sin embargo, el programa espacial fue cancelado debido a la falta de financiación propiciada por la disolución del país.

Durante más de 20 años, un modelo de pruebas en tamaño real del transbordador estuvo en exhibición en el Parque Gorki, uno de los principales parques de Moscú. Actualmente, está expuesto en el parque moscovita de VDNKh y cuenta con un museo interactivo sobre el programa espacial en su interior.


Por Fernando Hernández para Aviación Comercial en Costa Rica